5 consejos para escribir mejor
Es verdad que todo mundo trae bajo la manga, un don o una facilidad -desde que nace- que luego descubre y busca desarrollar. No hay duda que los deportistas, los artistas -pintores, escritores, escultores- y todo aquel personaje que encanta al mundo con su destreza y habilidad para realizar cierta (s) cosa (s) son seres únicos y especiales.
Pero también posee mucha verdad la voz popular: «La práctica hace al maestro». Por eso, cuando escucho que alguien dice: «No se me da escribir», no creo que sea un ‘defecto’ de nacimiento, pues así como somos capaces de desarrollar el habla, también tenemos toda la capacidad incrustada en nuestra cabecita para escribir, y escribir bien.
No me refiero solo a escribir con propiedad. ¡Bendita era de la internet, de los buscadores y de los correctores automáticos! Me refiero a escribir con la facilidad con la que caminamos. Porque cuando uno escribe así, fácil, natural, puede llegar a transmitir con puntualidad y exactitud todo lo que su mente, corazón y boca pretenden hacer público.
Para mi, existen desde hace muchos años algunos consejos que ahora me toca a mi poner por escrito y compartirlos contigo. Sin lugar a dudas me han ayudado lo suficiente como para ponerme a escribir cada vez que puedo.
- Lee, pero lee mucho. Si adoleces de buena ortografía, lee. Si no tienes ideas, lee. Si no sabes en qué utilizar tus tiempos libres, lee. Leer el género que te guste, en la plataforma que más se adapte a la rutina de tu vida, siempre te brindará un dominio muy atinado de las palabras. Nunca será tarde para comenzar el hábito de la lectura.
- Piensa, luego escribe. Al momento de escribir, no cabe la posibilidad de escribir lo primero que se te viene a la mente. Rara vez logras plasmar a la primera -en papel o en la pantalla de tu computadora- lo que quieres o necesitas decir. Piénsalo dos veces y ahora sí, dale rienda suelta a los dedos sin que nunca dejes de conectar tus pensamientos de esa vocecita interna que te indicará qué y cómo debes escribir.
- Frases cortas, párrafos pequeños. Siempre buscamos ser claros y precisos en lo que escribimos. La época del circunloquio, de las largas inferencias, del «rollo», ya no es nada actual. Compruébalo en las redes sociales. No necesitas escribir párrafos de 12 renglones para transmitir un mensaje, una idea. Las frases cortas atraen con lazos invisibles la mirada del lector. Producen una sensación de orden y paz. Y claro, para llegar a dominar esta técnica estilística, es muy necesario poner en práctica el consejo anterior.
- Lee en voz alta lo que vas escribiendo. Poco importa que tu vecino de escritorio piense que estás loco o delirando. Lee en voz alta -o bajita, pues- lo que vas escribiendo para que le vayas encontrando sentido. Esto te ayudará a aprovechar más tu tiempo al momento de escribir, pues cuando algo mecánico-casi-inconsciente lo haces consciente, puedes corregir en el momento y no ya que leíste tu documento después de imprimirlo.
- Practica la autocrítica. Nada mejor que mejorar y avanzar en el camino de la escritura que siendo nuestros primeros y más duros jueces. Compárate con otros. Adopta un buen número de maestros de la redacción y del estilo. Imita para luego crear tu propio estilo. Y aunque esté yo siempre a favor de la ecología y de no gastar por gastar papel en impresiones, en ocasiones resulta muy útil y práctico revisar, a puño y letra, cualquier texto, tachar, borrar, acomodar de nuevo.

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