
Bullets o Viñetas: 3 Razones para No Utilizarlos
Hace un tiempo, Jeff Bezos, CEO fundador de Amazon escribió una carta que luego fue discutida en el reciente en el Foro sobre Liderazgo en el Centro Bush.
En la carta, Bezos reveló que la estructura narrativa es mucho más efectiva que las presentaciones hechas en PowerPoint o en otras plataformas como Prezi. Según el CEO de Amazon, el choque cultural que esto ha supuesto en las reuniones de equipo de Amazon ha sido brutal: todo mundo está acostumbrado a aguantar dos horas de presentación compuesta por 40 diapositivas, que a su vez se componen por viñetas o los famosos bullet points. El resultado: nadie retiene nada y todo se reduce a 120 minutos de valioso tiempo perdido…
¿Cual fue la genialidad de Bezos? Simple y llanamente regresar a lo básico, es decir, al envío previo de un documento escrito a sus ejecutivos antes de las reuniones (de un máximo de 6 páginas) concediéndoles 30 minutos para que cada quien, en el silencio y tranquilidad de su oficina, lo lea detenidamente, haga sus anotaciones y acuda a la reunión para presentar sus puntos de vista. Y después de una discusión en equipo se redacte una serie de conclusiones, que después todo reciban a manera de minuta.
Así de simple.
¿Qué motivó a Bezos para lanzar este drástico cambio al que las nuevas generaciones -sí, los millennials- no están acostumbrados?
3 Razones para No Utilizar Viñetas o Bullet Points en tus Presentaciones
Según el gurú de la oratoria y la narrativa Carmine Gallo, existen tres razones principales para optar siempre por el memorándum, un documento escrito o una simple carta cuando la finalidad última de una reunión, un discurso o una exposición es que los asistentes logren retener, al menos, un 75 por ciento del contenido; esto, difícilmente se logra si la presentación o exposición está basada en diapositivas y en una enumeración infinita de viñetas o bullet points.
Razón 1: Nuestro cerebro está diseñado para retener historias
Desde los inicios de la humanidad -según los antropólogos- las personas se sentaban alrededor del fuego para escuchar las historias de supervivencia de los más ancianos del clan o la tribu. Avanzando por los siglos, nada de esto ha cambiado: por medio de las pláticas y las historias el ser humano aprendió a encontrar en ellas la dosis de inspiración necesaria para entender la dinámica del mundo.
La neurociencia afirma que el cerebro humano procesa la información a través de la narrativa, a través del recuerdo, de la experiencia, de la instrucción, de la inspiración. Y está comprobado que las personas retienen la información de forma mucho más efectiva cuando se presenta en forma de historia.
Razón 2: Las historias persuaden, las viñetas no
La misma neurociencia ha descubierto que la emoción es el camino más fácil y directo al cerebro humano.
Los momentos más importantes y los cambios más increíbles que ha experimentado la humanidad a través de los siglos comenzaron, en la mayoría de los casos, con un discurso, una carta o la arenga de un líder que supieron transmitir una dosis perfecta de emotividad a través de sus ideas y sus palabras.
Bezos ha asegurado que contar anécdotas -con objetividad y lógica- le ha sido de gran ayuda en sus reuniones con los ejecutivos de Amazon, «porque la anécdota inspira, mientras que las métricas, las tablas y los resultados pueden hacerlo pero medianamente».
Razón 3: Las viñetas son engañosas y poco efectivas para compartir ideas
Es curioso, pero si Google ha prohibido algo en sus reuniones ejecutivas son precisamente los bullet points pues considera que son poco efectivos, confusos, y en algunos casos hasta aburridos, lo que los hace ineficaces al momento de compartir ideas.
Si una presentación busca inspirar, debe utilizar historias emotivas y anécdotas enriquecedoras más que un listado de puntos que al final no se sabe de dónde vienen ni a dónde conducen.
Ahora, si la historia viene acompañada de imágenes que hablen por sí solas, tendremos una retención de información que fácilmente podría estar llegando al 100 por ciento… No es casualidad, es un hecho comprobado y es una técnica utilizada por la mayoría de los oradores inspiradores alrededor del mundo.

